Que los aragoneses sois gentes de p punto madre, lo tengo muy comprobado:
mi hijo estudió en Zaragoza y en cinco años aprendí mucho de Aragón directa e indirectamente. Pero es que además, he disfrutado más días de esquí en Aragón que en ningún otro sitio. También en verano dejé Cadizfornia y el Cantábrico, donde solía relajarme antes, en cuanto me pasé unos días de pateo por las montañas de Huesconsin sin nieve... He llegado a tal punto, que estoy considerando muy seriamente invirtir en un techo por allí donde pasar aún más tiempo de aquí a la jubilación y, sobre todo, después de que llegue ese ansiado día. En mi proyecto pesa (y mucho) la situación que vivimos con las bicis en Madrid, donde por otra parte, aunque tenemos una cantidad y una variedad para montar de primera calidad, pero sufrimos las consecuencias de la superpoblación. las de la ausencia de interés de las autoridades y sobre todo la agresiva actitud de los senderistas y los ecolojetas, que irremisiblemente avanzan tocándonos las narices cada día un poco más.
Cuanto más conozco el Pirineo más me gusta, y cuanto más conozco otras zonas del Pirineo, más me gusta el Sobrarbe. La película que hizo Martín Campoy sobre el río Ara ("Ara salvaje", el último río salvaje del Pirineo, es decir, sin presas) retrata a la perfección la comarca y resume su historia en apenas unos minutos (con unas imágenes increíbles). Es una zona abandonada por el progreso industrial (no tiene grandes centrales eléctricas y las que tiene en el Cinca son bastante poco invasivas con el paisaje y no lo han transformado irremediablemente), por el progreso turístico (no tiene estaciones de esquí) y que sufría uno de los procesos de abandono más brutales de España. Pero, hay una diferencia fundamental respecto a otras zonas: es un territorio que estuvo razonablemente bien poblado hace 100 años. Y eso ha dejado una red de senderos tradicionales que tras la limpieza efectuada por ZonaZero te permiten conocer un territorio que no ha cambiado en siglos porque nunca tuvo un progreso como el de otras zonas. Ese cóctel de zona parada en el tiempo, paisajes únicos y senderos adecentados con servicios específicos para ciclismo es lo que garantiza el éxito de Aínsa. Pero como son gente inteligente, saben que tienen que ofrecer variedad y añadir cosas nuevas. Y tienen tantas, que hay novedades para rato.... Añade además que la gente de otras comarcas cercanas (tanto como el de otras zonas de España) han entendido el valor de lo que han logrado y se han apuntado. Y habrá sitios donde hacen las cosas bien (Benasque, Enduroland...) pero hay otros donde la excelencia de Ainsa crece más y más... por la dejadez de los responsables de otras zonas que no han captado lo más importante: sin sendas excelentes, te la pegas como proyecto.
Uno de los proyectos que asesoraron fue el de Zona Zentro en torno a Trillo (Guadalajara). A unos 110 km de Madrid, llamó mi atención en cuanto lo publicitaron. Añade que nos lo recomendó el mismísimo alcalde de Aínsa cuando lo conocimos en los badlands... así que era visita obligada. Pues ... sabor agridulce. En primer lugar, porque el terreno es le que es. Y si, el alto Tajo es un territorio muy bonito, pero los desniveles del Pirineo no los tienes sin montañas altas y en Trillo no las hay. Así que al ruta es un sube y baja constante, bastante entretenido, pero no para ir muchos días, porque hay sendas mejores a menos distancia de la capital. Pero en segundo lugar, y esto es lo importante, es que es un proyecto lanzado..... y dejado ahí, colgado de la brocha. Las sendas no tienen señalización (ya pierdes a la gente que no va con GPS) y apenas hay servicios ni mantenimiento de las rutas. O rectifican o se quedarán en un intento fallido... Es evidente que falta la pasión y la dedicación de un equipo humano comprometido hasta los tuétanos con el proyecto, como el de Aínsa.
Con este ladrillo lo que quiero decir es que Aínsa tiene condiciones que la hacen única y que no es 100% repetible. Y si, es muy interesante que se expanda su ejemplo y se vean más centros BTT, pero es como las albóndigas, las lentejas y el arroz con leche de tu madre o de tu abuela. Si, lo hace más gente,.... pero no es lo mismo.