Ayer los elictriclistas de ebike Madrid Noroeste nos encontramos que nada más empezar la ruta estaba todo cortado por una montería. Carteles, cintas de la policía municipal... Cacería del jabalí. Ultimo fin de semana de la temporada. Había niebla así que no se disparó un solo tiro (está prohibido), pero allí estaban todos, por si acaso abría, con sus trajes naranja neón y sus rifles escondidos bajo los chaparros.... Nos tocó cambio de planes. Por suerte encontramos una senda algo corta pero divertida, la hicimos 5 o 6 veces haciendo muchas risas y nos fuimos a lavar las bicis y luego al bar. 30km nada más pero con 700 m de desnivel y las mismas sonrisas de cada finde, aunque no hubieramos hecho lo que planeábamos. No pasa nada. Otro día será.
No me quejo en absoluto.
Lo que hacen esos señores además de una actividad que no me atrae en sí misma, es un servicio público: el jabalí en la Comunidad de Madrid es una plaga. La mitad de los ejemplares tienen tuberculosis y otras enfermedades y, sobre todo, causan frecuentes accidentes de tráfico. Recientemente a pocos km de mi domicilio murió un joven en la M50 (una de las principales vías de circunvalación de Madrid) en un accidente causado por unos jabalís. Es necesario abatirlos y esta es la época adecuada para ello.