os paso nota del IMBA en su FB:
https://www.facebook.com/imbaesAnte la pretendida modificación del Reglamento Forestal 98/1995 de 16 de mayo de la Comunidad Valenciana por el que se pretende prohibir la circulación de bicicletas de pedaleo asistido por los caminos y pistas forestales, así como los cupos para grupos y las autorizaciones o declaraciones responsables previas, IMBA España presenta un escrito a la Consellería en el que le recuerda la más que posible inconstitucionalidad de dicha normativa.
La errática política de ese departamento de la administración valenciana se empeña en ir en contra de la corriente imperante en todo el mundo, en Europa y concretamente en España.
España es el país ideal para la práctica de actividades y deportes al aire libre, puesto que contamos con las mejores condiciones orográficas, climatológicas y somos expertos en turismo contando con inmejorables instalaciones y condiciones socio ambientales.
Ejemplos cercanos son las inversiones destinadas a la promoción del ciclismo de montaña por el Gobierno de Castilla y León, que verán la luz en los próximos meses, la realidad palpable del Pirineo de Huesca con grandes atractivos para el mountain bike como los Centros certificados por IMBA de Ainsa, Jaca y Alto Gállego, los cerca de 40.000 kilómetros de rutas señalizadas y certificadas por IMBA en todo España.
No tenemos que ir muy lejos para ver que el ciclismo de montaña esta configurándose como una alternativa de regeneración de territorios complicados para otro tipo de turismo, pero que son excepcionales para un sector de población activo y de gran poder adquisitivo que viaja constantemente para descubrir nuevos territorios.
Miremos lo que se hace con éxito en todas partes y no nos neguemos a ver la realidad y el futuro de la mano de un elemento tan responsable y sostenible como la bicicleta.
Los números de ventas y utilización lo aseveran, las encuestas oficiales lo confirman, ¿vamos a dejar pasar otra vez una gran oportunidad? En los próximos días vamos a ir desgranando los datos de los que disponemos para demostrar que el ciclismo de montaña es una actividad sana, responsable, respetuosa, que genera empleo y promueve territorios y economía con un mínimo impacto en la naturaleza.